Bad Bunny ha revelado su decisión de dejar fuera a Estados Unidos continental de su gira Debí Tirar Más Fotos por las políticas migratorias actuales. En entrevista con la revista i-D, el artista explicó que le preocupaba que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pudiera realizar redadas afuera de sus conciertos.
“Nos preocupaba mucho que ICE pudiera estar esperándonos”, afirmó el cantante, dejando claro que su decisión no se debe a una falta de aprecio por el público estadounidense, sino al compromiso con la seguridad de sus fans latinos y migrantes.
Persecución migratoria
Aunque en otras ocasiones ha llenado estadios en ciudades como Nueva York o Miami, este año prefirió centrarse en una residencia en Puerto Rico, llamada No Me Quiero Ir De Aquí. El objetivo, según dijo, es que quienes residen en EE.UU. puedan viajar a la isla y disfrutar de sus shows sin temor a la persecución migratoria.
El gesto ha sido leído como un posicionamiento político y cultural, en un momento en el que las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump generan incertidumbre entre las comunidades latinas.
Artistas que usan sus actos como protesta
La decisión de Bad Bunny no es un hecho aislado: forma parte de una ola de artistas que están usando sus giras como herramienta de protesta. Hace apenas unas semanas, el también puertorriqueño Residente canceló sus presentaciones en el Morriña Fest y el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) en España. Tras conocerse los vínculos de ambos eventos con el fondo de inversión KKR, acusado de financiar armamento y asentamientos ilegales en territorios palestinos.
Con este gesto, Residente dejó claro que sus convicciones políticas y su compromiso con los derechos humanos están por encima de contratos y penalizaciones.
Bad Bunny, más allá de la música, sigue demostrando que su voz es también un altavoz para visibilizar las realidades de quienes muchas veces quedan fuera del centro del espectáculo.
