Instagram borra nuestros cuerpos: censura a mujeres, diversidad y activismo

Imagen creada con IA

La censura de cuerpos no normativos en Instagram no es una novedad, pero sigue siendo una de las formas más sutiles (y peligrosas) de violencia digital. Aunque la plataforma se vende como inclusiva, el algoritmo sigue castigando aquello que no encaja con sus estándares hegemónicos: cuerpos gordos, trans, racializados o simplemente reales.

Instagram, ¿libertad de expresión para quién?

En 2025, Instagram sigue eliminando o limitando el alcance de publicaciones que muestran cuerpos reales o hablan de salud sexual y derechos reproductivos. Mientras tanto, el contenido hipersexualizado o con discursos de odio muchas veces pasa el filtro sin problema.

Un informe reciente de The Guardian reveló que organizaciones feministas y de salud reproductiva están siendo víctimas de shadowban, una práctica en la que el contenido se oculta sin notificar a las creadoras.

El caso Nyome: cuando el cuerpo gordo y negro es «demasiado»

La modelo británica Nyome Nicholas-Williams fue censurada por una imagen donde aparecía semidesnuda. ¿El problema? Era gorda y negra. Imágenes similares de mujeres blancas y delgadas no fueron eliminadas. Esto dio lugar a la campaña #IWantToSeeNyome, que visibilizó cómo el algoritmo actúa con sesgo racial y gordofóbico.

Shadowban y feminismo: silenciar sin que se note

El shadowban afecta especialmente a cuentas feministas, queer y antirracistas. Un estudio citado por The Scottish Sun encontró que el 77% de jóvenes entre 18 y 34 años reconocen que sus publicaciones sobre salud femenina han sido restringidas en redes sociales.

La salud sexual, el aborto o simplemente mostrar vello corporal pueden ser considerados «contenido sensible». Lo que debería educar, el algoritmo lo castiga. Cuando Instagram decide qué cuerpos merecen ser vistos y cuáles deben ocultarse, está ejerciendo una forma de violencia simbólica. Invisibilizar cuerpos diversos es reforzar la norma: delgada, blanca, sexualizada… y obediente.

¿Qué podemos hacer?

  • Visibilizar: Apoyar y compartir contenido de creadoras que desafían la norma.

  • Denunciar: Sumarte a campañas como #IWantToSeeNyome o #StopShadowbanning.

  • Educar: Hablar de estos temas en nuestras redes, talleres y espacios feministas.

  • Presionar: Exigir transparencia a plataformas como Meta sobre cómo y por qué censuran cierto contenido.

La censura de cuerpos no normativos en Instagram no es un bug del sistema. Es parte del sistema. Y frente a eso, el feminismo digital tiene mucho que decir. Porque nuestros cuerpos no necesitan filtros, necesitan espacios donde existir sin ser borrados.

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