Recomendaciones literarias diversas

El 23 de abril es el Día Internacional del Libro, y qué mejor manera de celebrarlo que con algunas recomendaciones literarias que me han ensañado ciertas lecciones sobre el lado bueno de la humanidad que surge cuando una mano invisible te oprime y todo a tu alrededor se vuelve cada vez más oscuro.

En mi vano intento por no mencionar archiconocidas obras o autores que trascienden el umbral del conocimiento literario universal, he seleccionado un puñado de libros que podrían ser los representantes de los tópicos que solemos abordar en esta revista.

Mención especial a Los hombres me explican cosas de Rebecca Solnit, El cuento de la criada de Margaret Atwood, La teoría King Kong de Virginie Despentes, Alicen Oseman, Carmen María Machado, James Baldwin, Caitlin Mora o Chimamanda Ngozi Adichie, y, por supuesto, las inolvidables maestras Virginia Woolf y Simone de Beauvoir, que no son las ausencias más ruidosas de esta lista.

1.- EL PAN DE LA GUERRA, DEBORAH ELLIS

Aunque pertenezca a la sección juvenil de la librería, no deja de ser una introducción clara pero no menos amable de la realidad que viven la gran mayoría de niñas y mujeres en Afganistán. Parvana es una niña que a la temprana edad de once años tiene que hacer frente a una vida hostil que la oprime y le impone un código riguroso que limita su día a día. Después de que la milicia irrumpiera en su casa y se llevara a su padre preso, Parvana se ve en la obligación de hacerse pasar por un chico para así poder trabajar para alimentar a su familia.

Aunque esta novela fue publicada en el año 2000, la situación de la mujer en una Afganistán controlada por el régimen talibán desde el 2021, se ha recrudecido. La subyugación y deshumanización de las mujeres es una realidad que, a veces, cuesta creer.

2.- MI AÑO DE DESCANSO Y RELAJACIÓN, OTTESSA MOSHFEGH

Porque a veces, las mujeres cis blancas y privilegiadas también están cansadas y necesitan poner en pausa su mundo por un rato. En esta obra, de la que pude sacar una lista completa de varios fármacos para diversas dolencias, todos con la finalidad última de armas de defensa personal con las que enfrentarse a la vida moderna de comienzos del siglo XX, seguimos a una protagonista sin nombre que solo desea dormir durante un año entero para curarse. Curarse de la vida, de los tiempos modernos que apremian a seguir su ritmo exaltado y marcan el hito de una era moderna para la que no estábamos preparados.

En definitiva, una lección de amor propio y salud mental, que tanta falta nos hace. Con una acidez que no deja indiferente al lector, Moshfegh no es para todo el mundo pero ha conseguido colarse entre mis autoras contemporáneas favoritas.

3.- LA MALA COSTUMBRE, ALANA S. PORTERO

Una caída infinita hacia el pozo de la tristeza y la desesperación era lo que sentía al leer cada página. La mala costumbre es una lectura obligada para las nuevas generaciones que no han conocido la opresión y la libertad del individuo, y para la nueva oleada de odio e intolerancia que planea y alarga cada vez más su sombra sobre el mundo occidental. Relata las memorias de una niña trans que habita un cuerpo que no le corresponde y que lo siente como una cárcel. La mala costumbre es cruel y bella, poderosa y frágil, es una voz callada que hace mucho ruido y agita el juicio de conciencia de muchos. Y me ha dejado mal.

4.- SULA, TONI MORRISON

Dos amigas que viven en un barrio de negros del Medio Oeste de Estados Unidos en el periodo de entreguerras, intentan desenvolverse en una comunidad precaria desterrada de la tolerancia y el progreso. Aunque el racismo y la desigualdad son la brújula que marca la narrativa de la novela, no podemos pasar por algo el extraordinario componente de la amistad femenina, fuertemente vinculado a la pérdida, el trauma familiar y emocional, pero sobre todo, a la individualización.

5.- EL ACONTECIMIENTO, ANNIE ERNAUX

El duro testimonio real y el infierno al que tuvo que enfrentarse la propia autora. En la Francia de los años 60, cuando el aborto era una práctica ilegal que podía ser castigado con la prisión, en la clandestinidad de una pequeña habitación, Annie Ernaux no sabía que se acabaría encontrando con la vergüenza, la culpa y la soledad. Reflexiona sobre las secuelas físicas, psicológicas y sociales de un acontecimiento que marcó una etapa clave en su vida.

Un manifiesto sobre los derechos y la dignidad de las mujeres, sobre cómo sus cuerpos son un objeto político, social, moral y religioso de negocio y poder sobre el que no les permite opinar.

6.- EN LA TIERRA SOMOS FUGAZMENTE GRANDIOSOS, OCEAN VUONG

Con una sensibilidad conmovedora, Vuong escribe una carta en inglés a una madre vietnamita que nunca podrá leerla y donde le cuenta qué supuso para él crecer en un país como Estados Unidos siendo un niño vietnamita. En un ejercicio de exploración sobre el trauma familiar, el racismo y la inmigración, Vuong consigue encontrar el amor y su propia identidad en los brazos de una Nueva York que no se lo pone nada fácil. Como una caricia al corazón, esta breve pero potente novela consigue arrasar con todas las emociones que va despertando en su lectura.

7.- KIM-JI YOUNG, NACIDA EN 1982; CHO NAM JOO

La voz de toda una generación que lleva sobre sus hombros el peso de todas las mujeres que fueron silenciadas; una voz que grita que ya es suficiente. Kim-Ji young es una mujer como cualquier otra, con un nombre común, una existencia común, sin pena ni gloria. La representación fidedigna de la mujer surcoreana promedio en la actualidad.

La situación de la mujer en Corea del Sur es más desfavorable de lo que podríamos llegar a imaginar, donde la desigualdad es el himno nacional y la violencia de género es el mar en el que nada libremente la mermada identidad de la mujer, relegada a los roles de madre, esposa o cuidadora.

8.- SALVAJE, CHERYL STRAYED

Cheryl Strayed nunca tuvo una vida fácil. Ya desde pequeña supo lo que eran el dolor y las penurias, sensaciones que, sin saberlo, volvería a experimentar con veintiséis años en el tiempo que recorre sola el Sendero del Macizo del Pacífico. Sin experiencia previa en senderismo y sin haber hecho nunca antes nada similar, recorre durante tres largos meses 1800 km atravesando desiertos, montañas nevadas y bosques, y todo con la firme intención de dar un nuevo rumbo a su vida y encontrar a la persona que realmente quiere ser. Un viaje catártico en la soledad de la introspección sobre cómo afrontar la perdida, superar las adicciones y empezar de nuevo sin nada más que la esperanza.

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