El feminismo es una forma de vida, una lucha constante por los derechos de las mujeres y de la igualdad en todas sus formas. Sin embargo, yo misma sé que para todos los humanos, poner en práctica lo que predicamos no siempre es sencillo. Porque, al fin y al cabo, eso somos: humanos. Cometemos errores, juzgamos, y, en ocasiones, actuamos contrariamente a nuestros valores. Ya sea por estallidos emocionales o porque las circunstancias nos empujan a hacerlo. Supongo que es una incógnita que no tiene una respuesta absoluta.
Con esto de practicar lo que predicamos, me refiero a esa parte vital de nuestro movimiento por la igualdad: la sororidad.
De manera quizás extremadamente resumida, la sororidad es la relación de solidaridad entre mujeres, espacialmente en la lucha por nuestro empoderamiento. Se deriva del término “hermandad entre mujeres”, el percibirnos como iguales que pueden aliarse, compartir y sobre todo, cambiar su realidad. Porque todas, de alguna u otra forma, hemos experimentado la opresión.
Pero, ¿de qué formas podemos practicar la sororidad? La sociedad intenta, de forma absurdamente constante, hacer que las mujeres compitamos entre nosotras. Ponernos en contra. Entonces, ¿cómo nadamos contra esta corriente? Todo esto me lleva a compartir algunas formas sencillas de practicar la sororidad en nuestro día a día, no sólo para ti, sino porque yo también las necesito.
Tips para practicar la sororidad
Aquí algunos tips sencillos para comenzar a practicar la sororidad en tu día a día.
Haz comentarios constructivos
Si quieres darle una opinión a otra persona, recuerda hacerlo de forma constructiva, no destructiva. La idea es impulsarnos a ser mejores. Además, de este modo será más fácil ayudar y entenderse con las demás.
Haz cumplidos sinceros
Una gran parte de la sororidad, es dejar la hipocresía atrás. Si piensas que una compañera se ve linda, te gusta su ropa, su cabello, su forma de ser; díselo, si realmente lo crees así. Si no hay nada bueno que decir, lo mejor es no decir nada.
Respetemos las decisiones de otras, sin juzgar
Todas somos diferentes: tenemos nuestras propias aspiraciones, sueños, y formas de vivir. Cada una tiene derecho a tomar sus propias decisiones. No todas tenemos la misma forma de pensamiento o la misma manera de actuar. Por eso, aunque las
decisiones de otras no se alineen con tu filosofía, la clave está en respetarnos entre nosotras.
Dejemos atrás el juicio, porque todas tenemos realidades distintas y, al final, nunca sabremos al 100% todo lo que hay detrás de una persona.
No justifiquemos el acoso o la violencia
Esta es una de las más importantes cuando se trata de poner en práctica la sororidad. No podemos seguir apoyando estas conductas, pues nunca serán justificables. La culpable no es la mujer por cómo va vestida, ni su actitud, ni su forma de verse, ni su forma de expresarse.
Todo tipo de acoso o violencia debe ser denunciado, y nos toca a nosotras luchar y apoyar para que se haga justicia.
En este punto me gustaría mencionar que, parte de la sororidad también es dejar de darle cabida en encuentros sociales o reuniones a quien abusó de tu amiga, si sabes quién es el abusador. Al mantener una relación con quien acosa o violenta, también estamos justificando su comportamiento, porque “nunca ha actuado así conmigo”. ¡Eso no le hace menos abusador!
Cuidémonos entre nosotras
Estamos en tiempos complicados para las mujeres (aunque esto no es nada nuevo), debido a las altas cifras de violaciones, acoso y otras formas de maltrato. Por eso, si ves que alguien se aprovecha de otra, no seas una espectadora más.

No normalices comentarios denigrantes y corrige a quien los haga
Esto no sólo aplica para otros, sino también para nosotras mismas. Es darte cuenta de cuándo estás haciendo un comentario destructivo, ser más consciente y poco a poco, dejar de hacerlo. Y si notas que alguien más realiza este tipo de comentarios, no te quedes callada. Eres capaz de decirle que no está bien.
De esta manera, con pequeños pasos, podremos cambiar la realidad en la que vivimos como mujeres.
Y tú, ¿cómo practicas la sororidad?



