Soy sólo una mujer
Soy sólo una mujer y ya es bastante,
Con tener una chiva, una tartana
Un “bendito sea dios” por la mañana
Y un mico en el pescante.
Yo quisiera haber sido delineante,
O delirante Safo sensitiva
Y heme,
Aquí que soy una perdida
Entre tanto mangante.
Lo digo para todo el que me lea,
quise ser capitán, sin arma alguna,
depositar mis versos en la luna
y un astronauta me pisó la idea.
De PAZ por esos mundos quise ser traficante
-me detuvieron por la carretera-
Soy sólo una mujer de cuerda entera,
soy sólo una mujer y ya es bastante.
Gloria Fuertes 1969 “Cómo atar los bigotes del tigre”
Rocambolesca, profunda y elocuente Gloria Fuertes. Conocedora de la muerte desde temprana edad a causa del fallecimiento de su hermano Angelín.
Una mente sumamente creativa y vivaz en una época donde la libertad no era permitida.
A pesar de las consecuencias que traía la Guerra Civil Española, Gloria utilizó la mejor arma que puede existir en momentos de opresión y miseria: el arte, el arte de la poesía, donde depositó con palabras firmes y amenazantes un burlesco tono a la gran temida de su vida: la muerte, como una vía de escape, una mirada irónica a la respetada dama de la guadaña.
En contraposición, mostraba una profunda mirada sensible a la vida, describiendo los tesoros que realmente se hallan en ella. Saboreando el camino y describiéndolo con voz castiza y modesta; a veces surrealista.
Muebles que hablan, nacida “para puta o payaso”, “fabuloso desastre” o “suculenta albóndiga de tierna ternura”.
Una poesía libre
Gloria presentaba una clara concepción de ella misma.
Poetisa, alma libre de toda atadura.
Su gran amor, Phyllis Turnbull, perduró durante quince años hasta que, irónicamente, la muerte las separó con el fallecimiento de Turnbull en 1971.
Atiende al amor y la soledad en “Lo que pasa es que te quiero”, brindándole un entorno de comprensión y estímulo en una época en la que las relaciones homosexuales eran socialmente reprimidas en España.
Aunque Fuertes no ocultó su orientación sexual en círculos íntimos, la sociedad de entonces no permitía una expresión abierta de su amor. Gloria nos muestra una dimensión más íntima y personal de su obra.
Que Gloria Fuertes nos haga recordar lo que muchas personas han luchado y temido a la vida para conseguir gozar de las libertades que hoy poseemos.
Que no se vuelvan a cometer las atrocidades que un día sumieron a España y al mundo entero en oscuridad.
Como dice Gloria Fuertes, “De paz en este mundo, seamos traficantes”.
No olvidemos que la gran Fuertes decidió contar entre dulces versos lo que exclamar a los cuatro vientos no se podía.
Que perdure siempre en nuestra mente, la gran Gloria Fuertes, que era “una mujer de cuerda entera, solo una mujer y ya es bastante”.



