El «bodycount» es un término que ha ganado popularidad en redes sociales y conversaciones sobre sexualidad. Se refiere al número de parejas sexuales que ha tenido una persona, pero su impacto y significado cambian drásticamente según el género.
Mientras que en los hombres suele considerarse un motivo de orgullo, en las mujeres lo usan como un arma de doble filo para juzgarlas y desvalorizarlas.
Bodycount, machismo y la doble moral sexual
Desde siempre, la sociedad ha impuesto un doble estándar en la sexualidad. Los hombres celebran su experiencia sexual, mientras que las mujeres enfrentan estigmatización por la misma razón. Este doble estándar nace del machismo y la misoginia. La sociedad dicta que una mujer «debe» ser recatada, pura y con una vida sexual limitada. Si se sale de ese molde, la llaman «promiscua» o «poco digna» de respeto.
El concepto de bodycount refuerza esta narrativa. En muchas conversaciones, sobre todo en foros y redes sociales, los hombres preguntan a las mujeres su «número» como si fuera un criterio para definir su valor. Este tipo de discurso impone la idea de que la sociedad debe controlar y vigilar la sexualidad femenina, mientras que la masculina recibe aprobación.
Cómo afecta el bodycount machista a las mujeres
El uso del bodycount como medida de valor genera presión y ansiedad en muchas mujeres. Sienten la necesidad de justificar o minimizar su historial sexual para evitar críticas. Este concepto también refuerza la violencia simbólica y psicológica. Los estereotipos de género que lo acompañan afectan la autoestima y la libertad sexual de las mujeres.
Algunas de las consecuencias más comunes son:
- Vergüenza y culpa: Muchas mujeres internalizan la idea de que deben mantener un «número bajo» para ser consideradas respetables.
- Miedo a ser juzgadas: Evitan hablar abiertamente de su sexualidad o incluso de sus experiencias pasadas.
- Control sobre la libertad sexual: Algunas personas utilizan este argumento para restringir la autonomía de las mujeres y justificar actitudes misóginas.
Desmitificando el bodycount: La sexualidad femenina es libre
La lucha feminista ha impulsado un cambio de discurso sobre la sexualidad femenina. Ahora promovemos la idea de que las mujeres tienen derecho a decidir libremente sobre su cuerpo sin miedo al juicio social. Nadie debería ser reducido a un «número». El bodycount no determina el valor de una persona.
La conversación debe centrarse en la autonomía y el consentimiento, no en estándares impuestos por una sociedad que sigue midiendo la valía de las mujeres en función de su experiencia sexual. Es momento de romper con la narrativa misógina y dejar de usar el bodycount como una herramienta de control y estigmatización.
El bodycount es una construcción social que sigue afectando desproporcionadamente a las mujeres debido al machismo y la misoginia. Es necesario cambiar el enfoque y hablar de derechos, autonomía y libertad sin juicios de valor.



