El juez Adolfo Carretero y sus “incisivas” preguntas a Elisa Mouliaá, que denunció al político Íñigo Errejón por una presunta agresión sexual, han reabierto un debate que creíamos haber zanjado: ¿Es normal que un juez cuestione de forma tan agresiva si ha habido o no delito?
Preguntas cuestionables en casos de agresión sexual
“¿Le tocó los pechos por encima o por debajo del sujetador?”, dice Adolfo Carretero a Elisa Mouliaá. “Pero entonces, nunca llegó a quitarle el sujetador, ¿no?”, pregunta a Íñigo Errejón. Quizás la diferencia entre ambas preguntas es sutil para muchos, pero esa simple variación hace que el acusado de una presunta agresión sexual pueda contestar muy seguro “no, claro que no”.
La filtración de los vídeos de las declaraciones de víctima y acusado durante la fase de instrucción del juicio contra el expolítico de Sumar han centrado las conversaciones de los últimos días, en gran medida por la brusquedad del juez Carretero a la hora de entrevistar a Mouliaá.
La percepción de expertos en derecho penal
La actriz, que denunció a Errejón a finales del pasado año tras conocerse que podría haber abusado de varias mujeres, fue cuestionada de forma insistente “y casi agresiva” durante su primera entrevista con el juez instructor de su caso.
Así opina Ramón Amoedo, abogado penalista, que insiste en que nunca ha visto una entrevista tan “subjetiva” en dos décadas de carrera profesional. “Las preguntas, de la forma que fueron formuladas, me parecieron una sobrada tremenda del juez, a nadie se le ocurre usar ese tono en estos juicios”.
@diversa.revista El vídeo que nos ha impresionado a todas. La dureza y cuestionamiento con la que habla el juez Adolfo Carretero a la actriz Elisa Mouilaá mientras ella narra el ab*so que sufrió por parte de Iñigo Errejón #errejon #adolfocarretero #justicia #mouliaa ♬ sonido original – Diversa
El rol del juez en un proceso imparcial
El tema que nos ocupa, un supuesto abuso o agresión sexual, “se trata con más delicadeza”, explica un magistrado que ha accedido a hablar con nosotras. “No podemos ni debemos opinar sobre el trabajo de un compañero, puesto que es sancionable y una falta de respeto, pero si hablamos en términos generales, podemos afirmar que estamos formados para tratar la violencia de género, el abuso sexual y los abusos a menores con tacto y delicadeza y prestando mucha atención a ser totalmente imparciales”.
El impacto mediático y su influencia en el debate público
El caso Mouliaá-Errejón es uno de los más mediáticos de los últimos meses, puesto que el supuesto agresor fue un fiel defensor de la ley del ‘solo sí es sí’, llegando incluso a afirmar en varias ocasiones que ninguna denuncia por agresión podría ser falsa. Este discurso, que mantuvo durante toda su carrera política, es el que le condujo a renunciar a su cargo tras producirse varias denuncias en redes sociales y el que ha hecho que esta semana se estableciese un crudo debate público tras filtrarse los vídeos de ambas declaraciones.
“Las preguntas que el juez le hace a la presunta víctima son groseras e inapropiadas, somos los abogados defensores los que tenemos que presionar para casi romper a las víctimas, pero el juez debe ser siempre imparcial: este magistrado parece que pone en duda la denuncia”, asegura Amoedo.
A Errejón, sin embargo, “le hace preguntas con las que puede fácilmente exculparse, mientras que con ella es agresivo y soez, casi llega a regañarle y la interrumpe en varias ocasiones”.
Precisamente por esto, se ha abierto una investigación contra Adolfo Carretero, juez que dirige la instrucción, haciendo uso de uno de los mecanismos que tienen las partes implicadas en un proceso judicial para salvaguardar la imparcialidad del mismo.
“Como magistrados, somos personas y tenemos nuestra forma de entender la vida y nuestras opiniones, pero te aseguro que la mediatización nos hace incluso ser más escrupulosos: tenemos incrustado que una vez cruzamos la puerta del juzgado debemos ser totalmente imparciales”, asegura nuestra fuente judicial.
La revictimización en los procesos judiciales
La filtración de este vídeo ha hecho saltar todas las alarmas y vuelve a poner el el foco el cuestionamiento de las víctimas de agresiones o abusos sexuales, algo que no ocurre con otros delitos.
“Es más una leyenda urbana que los jueces o los investigadores cuestionen a las víctimas en el juicio”, asegura Amoedo: “nunca había visto algo así y confío en que se apliquen las medidas necesarias para asegurar que el proceso es imparcial y que se protege a la víctima”.



