Feminismo: vida y lucha

Foto de Jakayla Toney en Unsplash

Decía Simone de Beauvoir que el feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente. Y me gustaría que nos quedáramos, además de con la idea, claro, con el verbo luchar. El feminismo es lucha; lucha por unos derechos humanos básicos que nos han sido negados; por el derecho a elegir libremente a quienes nos representan; por el derecho a poder ser quienes nos representan; por el derecho a, simplemente, ser

El feminismo es una teoría política, económica, social y cultural que defiende una idea que, aunque bastante clara, hay personas a las que todavía no les queda claro: las mujeres tenemos derecho a ser, sin más y, sobre todo, a no ser lo que de nosotras se espera. 

Vamos a desgranar, poco a poco, aunque de manera superficial, todas los apellidos que en el anterior párrafo le ponía a teoría para, de esta manera, entender por qué el feminismo es todas esas cosas y cómo nos afecta en todas las esferas de nuestra vida. 

Centrémonos, primero, en la parte política de la teoría feminista. Es un término multidimensional, en tanto engloba una serie de dimensiones igual de importantes entre ellas. No profundizaremos en todos, eso da para otra entrada. Nos centraremos en que la política es poder. Poder para decidir. Poder para hacer. Poder para ser. La política es lo que nos permite conseguir lo que perseguimos. 

El feminismo es, también, una teoría económica. Defendemos un modelo de sociedad incompatible con el capitalismo. Una sociedad en la que los cuidados estén en el centro, en la que no todo gire en torno a la producción de riqueza.

Es social, pues busca cambiar el orden establecido, lo cuestiona y, sobre todo, nos interpela para que veamos dónde están las desigualdades que, siento decirte, una vez te pones las gafas, están en todas partes. El feminismo busca revertir unos roles socialmente aprendidos, enmarcados en el sistema sexo-género (del que ya hablaremos) que colocan a unos y a otras el lugares diferentes y, sobre todo, desiguales. Y es, también, cultural, al buscar cambiar una cultura que perpetúa estas formas impuestas de socialización. 

La definición del feminismo

Ahora bien, necesitamos, al menos, una definición del concepto para entender qué significa. Podemos aprender de teóricas tan importantes para el movimiento feminista como Amelia Valcárcel, Rosa Cobo, Beatríz Gimeno, Nuria Varela… Lo ideal sería, con la ayuda de las que fueron, construir una definición lo suficientemente completa como para englobar, de una vez por todas, todo lo que el feminismo abarca. 

Pero, vamos a ver, no he definido el concepto, ¿a que no? Recapitulamos y vamos al grano: el feminismo es una teoría que cuestiona lo establecido y lucha por cambiarlo. ¿Y cómo lo hace? Dándole a las mujeres la agencia de participar, de formar parte y de construir redes. Porque todo es más fácil cuando estás acompañada. Cuando tu voz se une a las de todas. Cuando te empiezan a nombrar. Porque, querida, lo que no se nombra, no existe. Y, recordad, una vez que se es capaz de describir el problema, ya está casi solucionado. 

Volvemos a lo mismo, que no he definido el concepto. Venga, de esta va. El feminismo es la voz de las que ya no la tienen, la fuerza y el coraje de nuestras abuelas, el arrojo de nuestras madres. El feminismo es sororidad y es esperanza. Esperanza de que a las que vienen no les pase lo mismo, de que se repare el sufrimiento de las que quedaron atrás. El feminismo es fuerza, es una marea imparable e imponente. Y es, sobre todo, . Yo sí (te) creo, hermana. Y cada día con más ganas y con muchísima más certeza.

Podría cerrar teorizando, pero no lo haré. Para eso están las teóricas y no aspiro (de momento) a serlo. Diré que es certeza, porque, por lo menos a mí, me ha dado respuesta a muchas de las preguntas que me he hecho. Es , porque me ha dado motivos para creer que el mundo puede (y debe) ser mejor. Y es salvación, creo que para esto no hace falta explicación.

Share this post :

Facebook
X
LinkedIn
Threads