Hace unos meses, en una conversación casual con las compañeras de trabajo, salió una pregunta que, raramente, no me había planteado: ¿por qué no ha salido a la venta anticonceptivos masculinos? Tras un largo debate, llegamos a la conclusión de que esta responsabilidad siempre estaba atribuida a nosotras y, lo malo de todo esto, es que muchas no nos hemos parado a pensar en ello.
Sin embargo, este tema vuelve a surgir en mi cabeza cuando un día navegando por redes sociales me sale un trozo de vídeo del podcast de Jordi Wild, en el que la doctora Isabel Viña, especialista en hormonas, asegura que únicamente se aprobó en los años cuarenta la píldora femenina porque los estándares clínicos no eran igual de éticos que actualmente, a pesar de los efectos secundarios que acarreaba.
¿La sexualidad es cuestión de género?
Es cierto que, aunque nos quede mucho camino por recorrer, desde la década de los cuarenta el papel y el reconocimiento de la mujer ha evolucionado positivamente. Pero, ¿realmente hemos avanzado lo suficiente?
Lanzo esta pregunta porque me resulta sorprendente que desde hace escasos años comenzaron los estudios para sacar al mercado anticonceptivos masculinos. Es más, la doctora Isabel Viña afirma que está a punto de salir la píldora masculina y que no se había sacado antes porque afectaba a la testosterona, esencial para el estado de ánimo.
Por el contrario, para nosotras sí está permitido tomarlas aunque tengan miles de hojas que explican los efectos adversos que albergan. Nos los recetan para todo: acné, menstruaciones dolorosas, mantener relaciones sexuales con tu pareja habitual… y, raramente, te hablan de todo lo que puede causar su uso.
Nos queda camino por recorrer
Y, aunque la ciencia nos ha demostrado que todavía no tiene en cuenta totalmente a las mujeres, la sociedad también. Solo tienes que entrar a los comentarios de ese clip en TikTok y observar cómo muchos usuarios se quejan de que se lance al mercado la píldora anticonceptiva masculina. Comentarios que siguen viendo a la mujer como la única responsable en la salud sexual y al hombre como el epicentro de las relaciones sexuales.
Además, son opiniones que reflejan la poca educación sexual que reciben las personas y lo fundamental que sería implantarla en los colegios para que, desde edades tempranas, adquieran conocimiento seguro y fiable sobre relaciones y salud sexual que proyecte la responsabilidad que tenemos tanto los hombres y las mujeres en este ámbito.



