Gisèle Pelicot: cómo el pacto de los hombres encubrió una década de abuso

Gisèle Pelicot sonríe al salir del tribunal rodeada de periodistas y abogados, tras una importante decisión judicial en Francia. Un momento clave en el caso que ha conmovido al país
Gisele Pelicot saliendo del tribunal penal / Foto: Guillaume Horcajuelo (EFE)

El término «pacto de los hombres» hace referencia a una dinámica sistémica donde los hombres, consciente o inconscientemente, se protegen entre sí, ante cualquier situación. Este concepto ha vuelto a dar que hablar tras conocer el caso de Gisèle Pelicot, una mujer francesa de 72 años que sufrió una década de abusos sexuales organizados por su esposo, Dominique Pelicot, y que involucró a más de 50 hombres.

El caso Gisèle Pelicot: diez años de abuso silenciado

El caso de Gisèle es uno de los ejemplos más desgarradores de cómo las estructuras patriarcales permiten la impunidad y perpetuación de la violencia contra las mujeres.

Dominique Pelicot drogaba a su esposa con ansiolíticos hasta dejarla inconsciente y anunciaba en internet la posibilidad de abusar de ella en su propio hogar. Todo esto fue grabado en video, material que más tarde ha servido como prueba para procesar a los agresores (aunque no todos han sido localizados hasta el momento).

Durante el juicio, Gisèle relató el impacto emocional y físico de estas agresiones, subrayando que «la cicatriz nunca se cerrará»​

El pacto de silencio: la indiferencia como complicidad

Uno de los aspectos más inquietantes del caso, es que ninguno de los 51 hombres (localizados) que abusaron de Gisèle intentó detener las agresiones o denunciar lo que estaba ocurriendo.

Esto ilustra cómo el pacto patriarcal o el «pacto de los hombres» opera a través de la indiferencia colectiva. Gisèle expresó su rabia hacia estos hombres, señalando que, aunque cada uno tuvo la oportunidad de actuar con humanidad, eligieron seguir participando​, observando y callando.

El caso Pelicot ha generado un debate profundo en Francia, desde la necesidad de reformar las leyes relacionadas con la violación hasta el papel del consentimiento en las dinámicas de poder. Gisèle decidió que el juicio fuera público para visibilizar a los agresores y cambiar la narrativa de vergüenza hacia ellos.

Repercusiones culturales y el feminismo contemporáneo

Este caso es emblemático para todas las feministas, porque se nos ha demostrado cómo las dinámicas del pacto de los hombres siguen perpetuando la violencia de género y protegen a los agresores.

Pero por otra parte, también destaca la sororidad y la acción colectiva que han tomado las mujeres, no solo de Francia, sino del mundo entero. Gisèle Pelicot se ha convertido en un símbolo de resistencia, con su historia resonando como un llamado urgente a desmantelar las estructuras patriarcales que perpetúan la violencia.

Como sociedad, debemos tomar medidas activas para romper el pacto de los hombres y construir un mundo donde el respeto y la justicia sean la norma, no la excepción.

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